El comercio por Internet, también denominada e-commerce, ha sido el gran aliado de las empresas para la venta online de sus productos y servicios durante el confinamiento producido por la pandemia de la COVID-19. Esta forma de comercio ha beneficiado a clientes (podíamos seguir comprando todo lo que necesitáramos incluso sin poder salir de casa) y a comercios (podían seguir vendiendo aún con las puertas cerradas, perdiendo menos dinero).

Se estima que el impacto producido por el coronavirus ha hecho que el e commerce aumente en más de un 60%. Muchos negocios han podido sobrevivir durante esta pandemia gracias a las ventas por Internet. Y con la nueva normalidad parece que esta tendencia seguirá tras el final del estado de alarma en vistas a evitar aglomeraciones.

Este tipo de comercio es posible debido al hecho de que la gran cantidad de gente posee algún dispositivo desde el que conectarse a Internet. Además, las diferentes compañías de telefonía poseen ofertas especiales para empresas que les permiten tener conexiones a Internet de gran calidad, algo necesario para el buen funcionamiento de las páginas de venta online.

 

 Las grandes ventajas del comercio online

La “nueva realidad” ha demostrado que el éxito de las ventas online durante el estado de alarma ha llegado para quedarse. No sólo las tiendas siguen prefiriendo este sistema, sino los propios clientes también lo preferimos, para evitar aglomeraciones que puedan provocar nuevos brotes.

Sin embargo, esta no es la única ventaja que posee el comercio por Internet: 

  • Contribuye a dimensionar y dar publicidad a la empresa. El comercio local está delimitado geográficamente a la zona alrededor de donde está físicamente la tienda. Gracias al comercio por Internet, las fronteras físicas de tu empresa desaparecen y, si el transporte lo permite, podrás vender a cualquier persona de tu país e, incluso, del mundo.
  • Reduce una larga lista de costes: como se ha visto, el mantenimiento de una tienda física es algo muy caro: alquiler del local, pago de facturas eléctricas, etc. Una tienda online acaba con todos estos gastos, puesto que sólo necesitamos de una página web de calidad, lo cual no suele ser muy caro.
  • Mantiene el flujo constante de comercio, ya que en una tienda online se puede comprar las 24 horas del día. En una tienda física estamos limitados por un horario, que puede que no nos venga bien nunca. El único “pero” de las tiendas online es que no tienes el producto al momento, pero la rapidez de entrega puede hacer que lo tengas al día siguiente.
  • Potencial de crecimiento: tu empresa puede ser conocida en otros países sin la necesidad de invertir ni desplazarse a cualquier país. Se trata de ofrecer una necesidad que ninguna otra compañía pueda solucionar.
  • Incrementa las venta en stock: el comercio online se puede consagrar como la alternativa más eficaz para vender los productos perecederos. En una tienda física podemos no tener espacio para todos nuestros productos por lo que podemos estar perdiendo ventas.

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